Liga venía atravesando una de las rachas más negativas de los últimos años, que incluía partidos de Copa Libertadores y de la Liga Pro en los que no podía ganar. Esta mala racha había generado molestias en la hinchada e inclusive ponía una tela de duda sobre la permanencia de Pablo Repetto al frente de la dirección técnica.
Los análisis sobre el mal funcionamiento de la ¨U¨ iban desde los problemas defensivos, el bajón futbolístico de sus volantes, las “erróneas” decisiones del técnico y el poco gol de sus delanteros. El nivel de los albos no levantaba, incluso Repetto probó otros esquemas y cambió los intérpretes sin que obtuviera resultado alguno.
Finalmente, este pasado sábado, Liga recuperó el nivel con el que concluyó la temporada 2018 y, tras una importante sequía, logró ganar. ¿Qué pasó? ¿Cuál fue el milagro? Simple, volvió al equipo titular Johan Julio, el joven volante ofensivo que estuvo fuera del equipo titular (el mismo tiempo que duró la mala racha de Liga) por una lesión.
La presencia de Johan le dio más dinamismo y profundidad al ataque de Liga. Le dio más seguridad a la transición ataque-defensa del medio campo y permitió que Intriago y Orejuela tengan más libertades para generar ataques. La presencia de Julio también le dio más salida a los volantes laterales, su hermano Anderson y José Ayoví. Su titularidad además provocó que Juan Luis Anangonó sea más abastecido y permanezca en el área rival, sin necesidad de retroceder para buscar el balón.
Ahora, ¿Está bien que un equipo como Liga sea tan dependiente de un futbolista? Creo que coincidimos en la respuesta: No. Si la presencia de Johan Julio genera tranquilidad en el ambiente albo y los resultados positivos regresan, Pablo Repetto debe aprovechar para trabajar en una alternativa que pueda reemplazar a Julio. Se entendería que Andrés Chicaiza es esa variante, pero en los partidos en los que tuvo la oportunidad, se demostró que su estilo de juego es completamente distinto y el dinamismo que se gana con Julio, se pierde con el 10 recientemente llegado. El técnico uruguayo deberá encontrar la clave para que Chicaiza se adapte al juego acostumbrado del equipo o, por el contrario, el equipo cambie su forma de jugar para adaptarse el juego de Chicaiza.
Sin duda alguna, el equipo de Repetto está armado a la medida de Johan Julio. El “fenómeno Johan” es un factor positivo para el grupo, para el equipo. Liga es un equipo distinto con la presencia del joven volante. Mientras él esté todo irá bien y esperemos que eso se refleje en el partido que se viene este miércoles contra Flamengo de Brasil y, así, seguir luchando por la clasificación a octavos de final en la Copa Libertadores.
La victoria frente a Emelec nos ilusiona, pero es importante que Repetto tenga un plan B ó C. Aplaudimos el gran momento de Johan y su aporte al equipo; sin embargo Liga no puede depender de un solo futbolista para alcanzar un buen nivel. El trabajo será mejor si los resultados acompañan… ¡Qué así sea!