El primer bicampeonato internacional de Liga Deportiva Universitaria llegó, como no podía ser de otra manera, con mucho de sufrimiento. Los albos supieron aguantar con cerebro y corazón, los ataques de un Estudiantes de la Plata decidido a seguir aumentando su leyenda. La obscuridad previa al inicio del partido (misteriosamente se fue la luz en la cancha de Quilmes), se transformó en una fiesta azucena al finalizar el partido. Una nota de REVISTA ESTADIO nos cuenta mas detalles de una nueva “hazaña” universitaria.